MAUSOLEO CASAS BLEY

El panteón fue encargado en 1876 por Victorino Bley, un adinerado burgués reusense establecido en Barcelona, quien deseaba ser enterrado en su ciudad natal. El autor del panteón fue el arquitecto barcelonés Josep Oriol Mestres, y fue concebido como una réplica simplificada de un pequeño templo gótico construido en mármol blanco, destinado simbólicamente a albergar las almas de los justos tras ser juzgadas por Dios. En contraste con el estilo neogótico, las cuatro figuras de inspiración clásica, sentadas en las esquinas del templete, representan las cuatro virtudes cardinales, sobre las cuales descansa la creencia cristiana de alcanzar la vida eterna.

Si bien la concepción arquitectónica del conjunto responde a los preceptos góticos, la decoración escultórica tiene una clara influencia clasicista: en los cuatro pilares adosados, se encuentran sentadas las figuras femeninas que representan dichas virtudes cardinales, también vestidas con ropajes clásicos. La obra escultórica, realizada por el reusense Joan Roig i Soler, data de alrededor de 1877 y abarca las cuatro virtudes mencionadas, así como la figura central del conjunto. Una sencilla reja con decoración gótica y dos lucernarios de mármol calado aportan luz y aire a la cripta subterránea del monumento.