MAUSOLEO ABELLÓ

La familia Abelló, originaria de la Conca de Barberà y posteriormente establecida en la ciudad de Reus, fue la primera en adquirir terrenos en el Cementerio General para ubicar su panteón. Encargaron el diseño al arquitecto barcelonés Emili Sardà Cortés y el conjunto escultórico al artista reusense Joan Roig i Soler. El monumento se erige sobre un parterre cuadrado, rodeado por una reja de forja decorada, y presenta una estructura central compuesta por una urna sostenida por un pedestal y coronada por un obelisco.

Curiosamente, el conjunto funerario de los Abelló casi no presenta motivos iconográficos cristianos. Desde la urna que centra la composición hasta el obelisco que la remata, así como las figuras alegóricas en mármol blanco que completan el conjunto, toda la simbología y el lenguaje formal evocan repertorios de la Antigüedad, tan característicos del Neoclasicismo.

Merecen una atención especial las figuras alegóricas de formas clasicistas, esculpidas en mármol blanco y de tamaño casi natural, que actúan como custodios de las almas de los difuntos contenidos en la urna. Se puede observar un ángel con las alas desplegadas, de aspecto muy masculino y ataviado con una túnica helénica. La escultura de la matrona romana, con largas trenzas y un vestido clásico, sostiene el vaso que contiene las cenizas de los difuntos.

Otro elemento notable es el trípode, habitual en ceremonias sagradas antiguas para contener el fuego, que presenta una caldera con tres patas de cabra sobre una base decorada con palmeras y grecas, flanqueada por tres cabezas de carnero. También son impresionantes los "búhos" que adornan la reja de hierro que rodea el mausoleo.